¿Qué son los aceites esenciales?
¡Los aceites esenciales son un tesoro natural! Se trata de sustancias líquidas que se encuentran en distintos tejidos vegetales. Casi cualquier parte de una planta tiene aceites esenciales pero solo en algunas están localizados en cantidad suficiente para poder extraerlos. Existen aceites esenciales de semillas, flores, tallos, hojas, raíces, resinas, cáscara de frutos, maderas…
Hay diferentes métodos de obtención, tal y como veremos más adelante, pero lo más habitual es destilar las plantas con agua y vapor de agua. De esta forma se consigue separar las moléculas aromáticas del resto de la planta. El resultado es un aceite esencial con un olor muy intenso, que concentra las propiedades de la planta. ¡Disfrutar de ellos en aromaterapia es todo un placer para los sentidos!
Los aceites esenciales son insolubles en agua y sí se mezclan en alcohol y aceites vegetales. Es importante tener en cuenta que son muy volátiles y se evaporan con facilidad, por eso no se deben añadir a las formulaciones cuando estas aún están calientes.
Características principales de los aceites esenciales:
- Concentración elevada
- Consistencia oleosa
- Alta volatilidad
- Coloración: algunos son incoloros y otros amarillo claro, siempre pálidos y nunca brillantes.
- Conservación especial: se deben guardar en frascos opacos, en un lugar sin aire, luz ni humedad.
Son muchos los estudios científicos y dermatológicos que han probado las propiedades de los aceites esenciales en el campo de la cosmética y la aromaterapia. ¡Aquí va una pequeña pincelada!
Por ejemplo, los aceites esenciales ricos en alcoholes y fenoles, como árbol de té, mejorana, canela, orégano y tomillo, son efectivos contra microorganismos y estimulan el sistema inmunológico.
Los de limón, ylang-ylang o palo de rosa dan muy buen resultado en casos de dermatitis, acné, varices y eccemas. Tienen propiedades antiinflamatorias y estimulantes de la circulación linfática, por eso cuidan, regeneran y protegen los tejidos.
Mientras, los aceites esenciales ricos en aldehídos y esteres actúan sobre el sistema nervioso, de ahí que sean de gran ayuda para el estrés o la irritabilidad. Además, favorecen el sueño. ¿Cuáles son? Melisa, lavanda, bergamota, incienso, mejorana o tomillo. Estos aceites esenciales tienen una ventaja más: ayudan a relajar la musculatura. Hay que tener en cuenta que las tensiones psicológicas y emocionales provocan contracturas musculares dolorosas en diferentes zonas del cuerpo.
Conceptos básicos
Antes de continuar profundizando en el tema, vamos a aclarar una serie de conceptos básicos que pueden generar algunas dudas. Definiendo cada uno de ellos, veremos claro qué es lo que los diferencia:
- Planta aromática: planta que contiene moléculas aromáticas en uno o varios de sus órganos productores: hojas, flores, corteza, tallo… Contiene una cantidad suficiente para ser destilada.
- Aceite esencial: es el resultado de la destilación al vapor de agua de una parte de las plantas aromáticas. Son naturales y puros y contienen las propiedades de la planta de la que se han obtenido. Son estos los que se usan en el ámbito de la aromaterapia.
- Esencia aromática: mezcla de sustancias naturales y sintéticas que recrean un determinado olor, como chocolate, brisa marina o palomitas de maíz. Están fabricadas a partir de diferentes notas olfativas que, en conjunto, consiguen componer el aroma.
- Hidrolato: se obtiene del vapor de agua que se condensa al destilar una planta aromatica. Se separa del aceite esencial por diferente peso molecular. Contiene las mismas propiedades pero en una concentración mucho menor. Además es un producto hidrosoluble.
- Aceite vegetal: compuesto orgánico obtenido a partir de semillas u otras partes de las plantas en cuyos tejidos se acumula como fuente de energía. Por ejemplo, olivas, almendras, sésamo, aguacate, girasol, maíz… Es el vehículo ideal para los aceites esenciales penetren en la piel.
- Extracto: macerado de una planta en un medio (aceite, agua, glicerina o alcohol) para extraer sus propiedades. Hay diferentes tipos dependiendo del medio en el que se han macerado.
¿Cómo se obtienen los aceites esenciales?
El proceso de destilación es siempre el mismo, pero hay pequeñas variaciones según la textura y la composición de la planta aromática a destilar. ¡Veamos los más relevantes!
Destilación con agua
Se utiliza cuando el material vegetal es seco, compacto y no se altera por ebullición. De esta manera se obtiene el aceite esencial de algunas resinas como el incienso, por ejemplo.
La resina se introduce en la cámara de destilación y allí, mediante unos agitadores, se mantiene el polvo de la resina continuamente mezclado con el agua. Se lleva a ebullición para que el vapor se condense en el refrigerante y se concentre en el separador.
Destilación con agua y vapor de agua
Es un método similar al anterior que consiste en inyectar vapor de agua a la caldera que contiene la planta dispersa en agua. El mismo vapor a presión mantiene la masa en movimiento.
Se emplea cuando la sustancia seca o fresca puede apelmazarse y hacer una masa que impide el paso del vapor de forma homogénea. Es el caso de flores muy finas o plantas en polvo.
Si el material es seco, se muele, se cubre con una capa de agua y se pasa a vapor a través de la mezcla macerada. El destilado se pasa por el esenciero que concentra el aceite esencial y se recoge a parte del hidrolato.
Destilación con vapor de agua
Es el método más frecuente. Se realiza por medio de un alambique que consta de cuatro partes: la caldera que produce vapor de agua, una cuba para las plantas, un refrigerante y un esenciero que separa el aceite esencial por flotación.
El agua utilizada de ser pura y a ser posible de manantial. Mientras, el alambique y el esenciero pueden ser de cobre o de hierro, (producción artesanal), de vidrio (laboratorios) o de acero inoxidable (industria).
Presión mecánica
Algunos aceites esenciales suelen obtenerse por presión o por otros procesos mecánicos. Es el caso de las cortezas de cítricos, como bergamota, limón, mandarina, lima o naranja.
La cantidad de planta que se necesita para obtener un determinado aceite esencial varía mucho de unas a otras y esto explica, en gran medida, la diferencia de precio entre unos aceites esenciales y otros. Por ejemplo, el aceite esencial de rosas es uno de los más caros del mercado porque se necesita muchísima cantidad de pétalos para extraer el aceite esencial.
Aceites esenciales aromaterapia
¿Qué es la aromaterapia? Se puede definir como la técnica de utilizar aceites esenciales con un fin terapéutico, cosmético y/o para perfumar.
El primero que utilizó el término de aromaterapia fue Rene Maurice Gatefosse, ingeniero químico francés. En 1918, mientras investigaba la acción antiséptica de los aceites esenciales, se quemó la mano y trató la lesión con aceite esencial de lavanda. Al observar que la cicatrización y la curación fueron muy rápidas, comenzó a investigar las propiedades y la composición de estos aceites. Su investigación la continuó su hijo y aún hoy la corporación Gattefosse es pionera en ensayos clínicos sobre aceites esenciales.
En los años 80, el maestro Montpellier introdujo el concepto quimiotipo que después desarrollaría Franchomme, un referente hoy en día en el campo de la aromaterapia científica y un gran investigador.
Gattefosse fue el primero en establecer relaciones estructurales de los componentes aromáticos y en codificar las grandes propiedades de los aceites esenciales: antitóxico, antiséptico, tonificante, estimulante o calmante.
Marguerite Maury inicio una corriente orientada a la belleza, el bienestar y la prolongación de la juventud que arraigó con fuerza en Gran Bretaña. En este país aún hoy se siguen desarrollando numerosas escuelas de aromaterapias, aunque de momento quedan fuera del ámbito de la medicina.
Desde hace 15 años, los líderes de la aromaterapia científica, en colaboración con numerosos medios, farmacéuticos y biólogos, vienen desarrollando nuevas investigaciones en la materia.
Gracias a todas estas investigaciones sobre la aromaterapia con base científica, se han comprobado los efectos terapéuticos de los aceites esenciales prácticamente en todo el mundo. En opinión de la aromaterapeuta, Martha Szaga, “la madre tierra guarda sus dones en la energía de sus frutos, de su flores, de sus hierbas y de sus maderas; depende de cuáles y de cómo los utilicemos podremos recuperar la magia natural de los aromas”.
¿Cómo disfrutar en casa de la aromaterapia?
La aromaterapia está presente en nuestra vida cotidiana. Por ejemplo, ciertos hospitales de Estados Unidos perfuman sus habitaciones con lavanda porque está comprobado que relaja al paciente; y en Japón se utiliza la menta en las oficinas porque aumenta la concentración.
A continuación te mostramos cómo disfrutar de la aromaterapia en casa:
Vaporizadores para aromaterapia
Se puede aromatizar el ambiente de una habitación preparando 100 ml de agua caliente o de alcohol con 4 o 6 gotas de aceite esencial. Hay que agitar muy bien el preparado y echarlo en un envase con spray vaporizador para rociar el espacio. Eso sí, se debe evitar que el líquido entre en contacto con madera, alimentos o bebidas.
Baños
El baño aromático es una de las formas más agradables de recibir los beneficios de los aceites esenciales. Para ello solo hay que añadir al agua de la bañera entre 8 y 10 gotas de aceite esencial.
Quemadores para aromaterapia
Se trata de unos recipientes, generalmente de vidrio o cerámica, en los que hay que echar una mezcla de agua y aceite esencial (aproximadamente 5 gotas por 3 cucharadas de agua). Se calienta con la llama de una vela y el vapor que suelta la mezcla se expande en el ambiente.
Saunas y baños de vapor
Están indicados para eliminar toxinas del organismo, ya que una atmósfera caliente y humedad aumenta la circulación sanguínea y abre los poros de la piel. Si se toma un baño de vapor, verter en un paño unas 10 gotas de uno o varios aceites esenciales para que liberen su aroma.
En caso de ser una sauna, verter 3 gotas por cada medio litro de agua que se vaya a echar sobre la fuente de calor. Los aceites esenciales más recomendables en este caso son eucalipto, romero o limón.
Recetas caseras de aromaterapia
A continuación te mostramos algunas recetas que podrás poner en práctica en casa. Te damos diferentes opciones para que te decantes por la que mejor encaja con tus necesidades:
Desinfectar ambientes: Agregar unas gotas de aceite esencial de lavanda o de romero al agua, preferentemente caliente, para fregar el suelo y otras superficies. También puede utilizarse aceite esencial de pino.
Insomnio: Las personas que padecen este trastorno pueden aliviarlo tomando un baño antes de dormir con agua caliente y 5 gotas de aceite esencial de lavanda. También se puede preparar una bruma de almohada.
Repelente de insectos: Mezcla medio litro de agua caliente con 4 o 5 gotas de aceite esencial de albahaca, geranio, lavanda o limón. Conseguirás un producto muy eficaz para ahuyentar los mosquitos y otros insectos.
Ansiedad: Los siguientes aceites esenciales te ayudarán a tratar este problema: naranja, lavanda, árbol de té, albahaca, geranio, tomillo, bergamota o palmarosa. Puedes preparar baños o aromatizar el ambiente con ellos tal y como hemos explicado anteriormente.
Aceites esenciales y cosmética
Para disfrutar de los beneficios que los aceites esenciales tienen en el ámbito de la cosmética, lo mejor es hacer tus propias elaboraciones. Con ellos podrás preparar cremas, aceites de masaje, lociones… ¡Inclúyelos en tus recetas y conseguirás que tengan propiedades!
Los aceites esenciales son solubles en aceites, mantecas, ceras y cualquier ingrediente liposoluble. En los aceites se disuelven instantáneamente; mientras, las mantecas y ceras hay que fundirlas previamente antes de añadir el aceite esencial.
¿Y para incorporarlos en recetas hidrosolubles? Como son insolubles en agua, se deben emulsionar con tensioactivos para dispersarlos en fase acuosa. Una buena opción es hacerlo con coco glucoside. La cantidad suele ser 3 o 4 partes de tensioactivo por 1 parte de aceite esencial.
Por ejemplo, si quieres agregar un aceite esencial a la receta de agua micelar, primero tienes que disolver el aceite esencial en el tensioactivo y agregar la mezcla al resto de la formulación. De esta forma conseguirás que quede perfectamente integrado en la elaboración final.
Propiedades cosméticas de los aceites esenciales
En la siguiente tabla podrás comprobar las propiedades cosméticas de los principales aceites esenciales.
¿Cómo absorbe la piel los aceites esenciales?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que unos se absorben más rápido que otros. Además también influye la concentración que lleve el preparado, el tipo de cosméticos que hagas y el resto de ingredientes que formen parte de la fórmula. Por ejemplo, los aceites vegetales de absorción rápida como coco o uva, ayudan a que la piel absorba mejor los aceites esenciales.
La zona del cuerpo donde se aplique, el tipo de piel y su estado también influyen en este aspecto. Por ejemplo, la piel exfoliada de la cara absorbe más rápido los activos que la piel de la espalda.
Es importante tener en cuenta la temperatura del cuerpo. Si la piel está caliente, se produce una vasodilatación que ayuda a la absorción de los aceites esenciales.
¿Qué aceite esencial uso según mi tipo de piel?
Con estos tips podrás ver qué aceites esenciales van mejor a tu tipo de piel y así incluirlos en tus elaboraciones:
Pieles secas: geranio.
Piel grasa: bergamota, ciprés, lavanda, geranio, salvia, ylang-ylang o romero.
Pieles maduras: incienso, hinojo, lima, mandarina, naranja, palo de rosa, palmarosa o lavanda.
Piel sensible: lavanda.
Pieles normales: bergamota, cedro, geranio o lavanda.
Piel congestionada: Eucalipto, enebro, hinojo, limón, pino, romero, menta, naranja, geranio o palmarosa.
¿Y para el cabello?
En el siguiente listado encontrarás los aceites esenciales recomendados para cada tipo de cabello y pequeños trucos para que puedas utilizarlos fácilmente.
Cabello graso: Limón, alcanfor, cedro, petitgrain, salvia o romero.
Pelo seco: Palo de rosa o ylang-ylang.
Caída del cabello: Siempre y cuando no sea una calvicie genética, se puede estimular el crecimiento del cabello con aceite esencial de romero. Debes diluirlo en un aceite vegetal y puedes usar la mezcla para masajear el cuero cabelludo. De esta forma estimularás el flujo sanguíneo. Déjalo actuar una hora y lávate la cabeza como lo hagas habitualmente. Algunos especialistas recomiendan mezclar romero con lavanda. También se puede usar palo de rosa, salvia, enebro, romero, cedro, jengibre o ylang-ylang.
Caspa: En un litro de agua, pon dos gotas de aceite esencial de romero y una gota de aceite esencial de limón y usa esta mezcla sobre el cabello. También puedes hacer tu propio champú con aceite esencial de romero. ¿Otros aceites esenciales? Cade, canela, cedro, eucalipto, lavanda, limón, romero, salvia o ylang-ylang.
¿Cómo usar los aceites esenciales en cosmética?
Aquí te dejamos algunas ideas para que puedas disfrutar fácilmente de las propiedades cosméticas de los aceites esenciales.
Seborrea y acné: Cinco gotas de aceite esencial de geranio mezcladas con lavanda en el agua del baño ayudan a mejorar este trastorno. También puedes usar: bergamota, eucalipto, cedro, alcanfor, palmarosa o litsea cubeba.
Ampollas: El dolor y las molestias de la piel con ampollas pueden calmarse si se cubre la zona afectada con una compresa fría y aceite esencial de lavanda. Debes medir un litro de agua y añadir de 6 a 8 gotas de aceite esencial. Empapa las compresas en esta mezcla y aplícalas directamente en la zona afectada. Es importante respetar esta proporción ya que si aumenta puede irritar la piel.
Irritación: Si la piel está irritada o seca puedes elaborar una pomada con aceite esencial de geranio y de lavanda. Esta combinación es adecuada, además, para casos de eccemas y picor. Otra opción es preparar una compresa fría. Los aceites esenciales de cedro, eucalipto, geranio o enebro también te servirán para estas afecciones.
Estrías: Haz tu propio aceite de masaje incluyendo aceite esencial de lavanda.
Celulitis: tus aliados serán ciprés, cedro, lavanda, árbol de té, geranio, limón, enebro, hinojo, palmarosa, salvia o naranja.
Además, si quieres preparar desodorantes, estos aceites esenciales te serán de gran ayuda: bergamota, ciprés, eucalipto, palo de rosa, petitgrain, pino, salvia o lemongrass.
Remedios caseros con aceites esenciales
Los remedios caseros que te mostramos a continuación son sencillos de preparar y te ayudarán a tratar diferentes afecciones.
Quemaduras: Para aliviar el dolor de las pequeñas quemaduras y acelerar la recuperación de la piel, el aceite esencial de lavanda es la mejor opción. No se puede aplicar directamente sobre la piel, así que las compresas te serán de gran utilidad.
Artritis: El aceite esencial de geranio es eficaz para aliviar dolores leves. Puedes añadir 4 o 6 gotas al agua del baño cuatro o aplicar compresas calientes en la zona.
Dolores musculares: Elabora un aceite de masaje y añade unas gotas de aceite esencial de eucalipto, lavanda y romero.
Reuma: Aplica compresas calientes con unas gotas de aceite esencial de eucalipto y romero o masajea la zona con cremas que contengan estos aceites esenciales.
Contusiones: Te serán de gran ayuda los aceites esenciales de salvia, alcanfor, clavo, geranio, hinojo, mejorana o tomillo.
Hematomas: Puedes preparar compresas o aceites de masaje con aceites esenciales de alcanfor, geranio, clavo, jengibre, lavanda o menta.
Heridas: Para hacer tus compresas frías puedes optar por aceites esenciales como bergamota, ciprés, enebro, geranio, incienso, lavanda, lima, limón, mandarina o romero.
Hongos: El aceite esencial de cedro y el de árbol de té son dos grandes aliados para tratar este problema.
Precauciones a la hora de usar aceites esenciales
Ya lo decía Paracelso “Nada es veneno, todo es veneno. La diferencia está en la dosis”. Los aceites esenciales hay que utilizarlos con conocimiento y moderación. En la dosis adecuada su acción es beneficiosa pero si nos excedemos con la cantidad pueden causar daños. Además es importante tener en cuenta estas recomendaciones:
- No aplicar directamente sobre la piel o el cabello.
- Nunca se deben ingerir.
- Evitar los aceites esenciales con sustancias fotosensibilizantes en contacto con el sol.
- Especial cuidado con las mujeres embarazadas y que dan de mamar y con los niños.
- Prestar especial atención a las alergias.
- No dejar al alcance de los niños.
- Evitar el contacto con los ojos.
- Usar guantes para su manipulación.
- Consultar siempre las especificaciones del fabricante.
- Cerrar correctamente los botes, ya que los aceites esenciales son volátiles. Hay que conservarlos en un frasco opaco y a una temperatura entre 5 y 35ºC.